Partiendo de que la labor central
del tutor es: Apoyar y guiar al docente
novel durante sus primeras experiencias
en su desempeño profesional. Es importante considerar desde como planificar sus
acciones, anticipándose con imaginación a la resolución de diversos problemas,
elaborar distintas estrategias, prever o estimar el resultado de una actividad
cognitiva específica, orientar, probar, repasar las estrategias, evaluar los
resultados (productos) . Promover en el tutorado el sentirse responsable de su aprendizaje, el
desarrollo de sus estrategias meta cognitivas y la necesidad de desarrollar un
sentimiento de autoeficacia sobre los resultados.
Entonces
desde nuestra propia experiencia, debemos
apoyar al docente novel, ya que al iniciarse
en esta actividad, sus razones son
muy diversas, con expectativas variadas y con ideas muy personales, por lo que
es trascendental que cuente con el apoyo
de un compañero, amigo, tutor, en fin, nombre que se le dé seria lo de menos,
lo esencial aquí, es la ayuda que se le pueda brindar a este nuevo docente.
Dado
que el docente novel llega con saberes distintos, algunas veces como en mi caso sin
la profesión docente, o por llegar de regiones geográficamente
distintas, así que requieren de adaptaciones en todos estos sentidos, y en
experiencias propias y ajenas, creemos
es mucho más fácil esa adaptación si se cuenta con alguien que nos pudiese
brindar ese apoyo.
Dialogando con el docente podríamos apoyarlo, acompañarlo
hasta las escuelas donde van a laborar, diciéndoles como es la situación a las
que se van a enfrentar, que posibilidades tienen para salir adelante, en fin,
todo aquello que pueda ayudarlos a acostumbrarse
a estas nuevas situaciones. Es aquí donde toma
relevancia la tutoría, ya que tomaríamos como punto de partida precisamente
esas expectativas que tienen los nuevos docentes y a partir de ahí y brindarles
el apoyo que requieren para una inserción exitosa.
La
tutoría vista no solo como herramienta de saber, sino como una estrategia que
permita al tutor y al tutorado ir caminando y avanzado juntos, resolviendo las
necesidades que se presenten y al mismo tiempo ir actualizándose para la
adquisición de nuevos elementos que permitan ir a la vanguardia en esta tarea.
Además podemos asegurar que esta estrategia es tan completa, pues brinda la
posibilidad de un acompañamiento permanente, pues hay que estar con el
tutorado, ahí, en el lugar donde está laborando, y observar su desempeño, con la finalidad, no
de supervisarlo, si no de ver su forma de trabajo y de ahí, en un dialogo
profesional, tutor tutorado, ir viendo las necesidades que se tienen, pero
mejor aún, vislumbrando aquellas cualidades que posee el tutorado, para así
buscar las mejores soluciones a las
problemáticas encontradas en las observación, no descuidando nunca esas
relaciones interpersonales y lograr que exista ese clima de confianza en el que
no solo nos veamos como colegas y compañeros si no poder trascender y llega a
tener una relación, si se pudiera de amigos. Enfrentar los retos que ello
conlleva, por lo que se hace necesario contar con toda la ayuda posible, y no
preocuparse tanto de lo que tiene o no que hacer y ocuparse en hacerlo lo mejor
posible, sabiendo que para ello podrán contar con su tutor que será el que
provoque los espacios, las acciones, y los elementos necesarios para la mejora de las prácticas educativas
del docente novel tutorado. La tutoría en este
sentido, sería entonces la estrategia adecuada para poder tener una inserción
exitosa y la adaptación de los noveles a esta profesión.
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